Hay que tener en cuenta que las empresas se establecen con el fin de fabricar productos o proporcionar servicios para el mercado, intentando hacerlo de la forma más eficiente. Por esto es importante destacar que un sistema eficaz de prevención de riesgos laborales, supone una mejora de la productividad y de la competitividad de la empresa.
Implica mejorar la comunicación, el entendimiento y la colaboración, lo que repercutirá en una mayor competitividad, productividad y una mejor imagen empresarial.
Cuanto más seguro y saludable sea el entorno de trabajo, menos posibilidades existirán de aparición de factores tan temidos como el absentismo laboral, los accidentes o un descenso continuo en el nivel de calidad y de productividad.
Es importante destacar que las causas de los accidentes son las mismas que afectan negativamente a la productividad, a la calidad o a la competitividad. Por todo ello, la prevención de riesgos laborales debe dejar de ser un objetivo para convertirse en un fin, en una feliz consecuencia derivada.
Muchos son las causas determinantes en un accidente laboral, pero vamos a señalar básicamente tres componentes:
- En el primer componente tenemos a la persona accidentada que asume unos costes tanto humanos (sufrimiento físico y psíquico), económicos (disminución de ingresos, gastos en medicinas, etc.), como emocionales muy elevados. Además del dolor y el daño psicológico ocasionado.
- El segundo de los componentes, es la sociedad, dado que indirectamente, los accidentes originan unos costes: atención al accidentado, muertes, minusvalías, indemnizaciones de la seguridad social, etc.
- Como último de los componentes, señalamos a la propia empresa, lógicamente, un accidente de trabajo, afecta a la empresa, ya que le supone una pérdida de recursos humanos: los conocimientos y experiencia de un trabajador, problemas y molestias que se derivan para el personal de la empresa, pero también le suponen una serie de procesos judiciales, como son el aumento de las primas de seguros, salarios perdidos, reparaciones y pérdida de la imagen de la empresa, ya que en la actualidad cualquier empresa que se ve afectada por un accidente grave, y más si es mortal, aparece rápidamente en los medios de comunicación.
Cabe destacar que muchas empresas desconocen los aspectos económicos de la seguridad y salud laboral. No reconocen los costes de los accidentes y de las enfermedades laborales, y en el caso de que sean conscientes de este hecho, raramente lo miden.
Por lo tanto, además de razones éticas y legales, existen importantes razones económicas para reducir los daños derivados del trabajo.
Una buena actuación en prevención de riesgos laborales implica evitar o minimizar las causas de los accidentes y de las enfermedades derivadas del trabajo. Las organizaciones deben dar la misma importancia en lograr un alto nivel en la gestión de la prevención de riesgos laborales que la otorgada a otros aspectos fundamentales de la actividad empresarial.
MEJORAR LA CALIDAD Y LA PRODUCTIVIDAD EN EL TRABAJO: ESTRATEGIA COMUNITARIA DE SALUD Y SEGURIDAD EN EL TRABAJO (2007-2012)
En las conclusiones del informe sobre la evaluación de la estrategia comunitaria de salud y seguridad en el trabajo 2002-2006 se indica que dicha estrategia ha reactivado las políticas de prevención a escala nacional, ha presentado argumentos coherentes y convincentes a favor de una cooperación para alcanzar objetivos comunes, y ha instado a las partes interesadas por la prevención a reflexionar estratégicamente sobre la forma de alcanzar dichos objetivos; asimismo, esa estrategia ha sensibilizado a la opinión pública sobre la importancia de la salud y la seguridad en el entorno laboral, como partes integrantes de la gestión de la calidad y elementos decisivos del rendimiento y la competitividad económicos.
Los Estados miembros han reconocido que la garantía de calidad y de productividad en el trabajo puede contribuir en gran medida a promover el crecimiento económico y el empleo. En efecto, la falta de una protección eficaz de la salud y la seguridad en el trabajo puede desembocar en un absentismo por accidentes laborales y por enfermedades profesionales, así como en una invalidez permanente de origen profesional, lo cual encierra una dimensión humana importante y además tiene un gran impacto negativo sobre la economía. El enorme coste económico de los problemas de salud y seguridad en el trabajo obstaculiza el crecimiento económico y afecta a la competitividad de las empresas en la UE. Además, una parte importante de ese coste es sufragado por los sistemas de seguridad social y las finanzas públicas.
Tanto la organización moderna del trabajo como la salud y la seguridad en el entorno laboral pueden contribuir en gran medida a ello garantizando el bienestar en el trabajo, sacando el máximo provecho de la capacidad de trabajar de todos y previniendo la salida prematura del mercado laboral.
Durante el período cubierto por la estrategia comunitaria 2002-2006, se ha observado una disminución importante del número de accidentes de trabajo. La nueva estrategia para 2007-2012 propone ser aún más ambiciosos y reducir en un 25 % la tasa global de accidentes de trabajo de aquí a 2012 en la UE-27, mejorando la protección de la salud y la seguridad de los trabajadores, contribuyendo así de manera decisiva al éxito de la estrategia para el crecimiento y el empleo.
Los costes derivados de la siniestralidad laboral, es decir, de la no prevención, se reparte entre múltiples sujetos que van, desde el propio trabajador accidentado hasta la sociedad en general, y buena parte de esta carga recae en las empresas. En estos costes, juegan un papel muy importante los intangibles, como la desmotivación e insatisfacción de los trabajadores o la pérdida de imagen de la organización. La herramienta de que dispone la empresa para enfrentarse a estos costes, es la inversión en prevención y en capital intelectual.
Antes de nada deberíamos aclarar el concepto de coste.
- Coste es la valoración monetaria de los recursos o factores aplicados a una actividad económica.
- Conocer los costes nos permite controlar la eficiencia de la empresa, porque permite evaluar la rentabilidad de diversos segmentos de la producción.
- Los costes se pueden clasificar:
- Según la naturaleza que los origina (costes productivos, costes de oportunidad, costes de formación, costes de accidentalidad,…).
- Según el gasto (coste de materiales, coste de personal,…).
- Según una referencia temporal (costes históricos, costes corrientes, costes de reposición),…
- Según el volumen de producción (costes fijos, que no dependen de la producción. O costes variables, que aumentan según la actividad de la empresa).
En los últimos años se ha manifestado una mayor sensibilidad hacia el problema de la accidentalidad laboral en los países más industrializados. El fenómeno de la accidentalidad en el trabajo representa un gran daño individual en la persona que lo padece, un perjuicio social en el entorno de la comunidad, y un impacto económico por que supone la no posibilidad de producir, o sea de trabajar, además de la necesidad de restituir los daños personales o materiales producidos.
Los accidentes laborales son un tipo de costes variables, que varían según la productividad que tenga la empresa, si hay un aumento en la producción, la probabilidad de que se produzcan accidentes podría ser mayor. A estos accidentes se les asignan unos costes directos (que son los costes imputables a su unidad de producción, por ejemplo el salario del personal), y unos costes indirectos (amortización de equipos o maquinarias, por ejemplo), que no son fácilmente imputables a la producción, y que se deben computar.
Este tipo de costes son de muy difícil cuantificación económica inmediata.
Un accidente laboral puede generar diversos tipos de costes, como:
- Perdidas por ayuda al accidentado, es el tiempo perdido en ayudar al accidentado por otros trabajadores.
- Coste del desplazamiento del accidentado.
- Coste dedicado a la investigación del accidente.
- Coste dedicado por el servicio médico de empresa, si lo hay.
- Coste del material de botiquín.
- Coste del impacto del accidente sobre los trabajadores potencialmente expuestos, que son las personas influenciadas por el efecto del accidente en sí mismo. Cuantos más trabajadores hayan alrededor del accidentado mas tiempo perdido existirá, tanto en el momento del accidente como en el tiempo posterior a este.
- Incremento de costes para mantener la producción, que es el coste que resulta de sustituir el trabajo del accidentado por parte de otro trabajador.
- Costes materiales por accidente
- Coste de pagos al sistema de Seguridad social durante el periodo de incapacidad.
- Otros costes no contemplados como servicios externos de ayuda al trabajador accidentado (psicólogo), inspecciones de trabajo…
EFECTOS ECONÓMICOS DE LA SEGURIDAD Y SALUD LABORAL
Los efectos económicos de la seguridad laboral desde el punto de vista empresarial los podemos analizar desde dos puntos de vista: resultados sobre la seguridad y rendimiento de la empresa.
Resultados sobre la seguridad, menos riesgos para la seguridad y salud, lo que implica:
- Menos accidentes.
- Menos daños.
- Menos responsabilidades
- Menos costes legales.
- Menor absentismo.
- Menos costes médicos.
- Rendimiento de la empresa, los efectos los notaremos en un mejor ajuste a los procesos de trabajo, un personal más motivado, lo que provocará:
- Mejor productividad.
- Mejor eficiencia.
- Mejor calidad.
- Mejor imagen.
- Mejor capacidad de innovación.
- Adicionalmente, las inversiones preventivas pueden originar cambios en la naturaleza de la tecnología de proceso y producción que supongan beneficios materializados en ahorros de materiales o de energía, reduciendo, de esta forma, los costes reales de dicha inversión.
CONCLUSIONES
- Una prevención de accidentes más eficaz no sólo reduce los costes, sino que relanza la productividad.
- La prevención de accidentes y enfermedades profesionales tiene un componente indiscutible de ahorro de recursos tanto al empresario como a la sociedad en su conjunto.
- La gestión del riesgo laboral, lejos de constituir una carga para la empresa, constituye un factor de productividad y un ingrediente necesario para mejorar la competitividad empresarial.
- Actualmente es algo ya demostrado que la inversión en prevención de riesgos laborales es rentable, tanto desde el punto de vista estrictamente económico como desde el humano. Además no hay que olvidar que estos aspectos humanos de rentabilidad se traducen en económicos ya sea de un modo directo o indirecto.
- La salud en los lugares de trabajo genera beneficios para las organizaciones debido a las ventajas de mantener sanos y con capacidad para producir trabajadores que son difíciles de reemplazar porque poseen conocimientos o habilidades específicas.
- La accidentalidad tiene una gran influencia negativa sobre la imagen y reputación de una empresa, provocando un gran deterioro de las relaciones públicas que, en ocasiones, han llevado al boicot de determinadas marcas o empresas por sus actuaciones antisociales. Las denuncias y los accidentes graves son fuentes de publicidad adversa que puede tener consecuencias comerciales negativas.
- Las inversiones preventivas pueden originar cambios en la naturaleza de la tecnología de proceso y producción que supongan beneficios materializados en ahorros de materiales o de energía, reduciendo, de esta forma, los costes reales de dicha inversión.
- Un sistema de gestión preventiva, integrado por diversas prácticas tendentes a reducir los riesgos laborales, tiene un efecto directo sobre los indicadores de siniestralidad de la empresa y, de este modo, reduce tanto las lesiones y los daños a la salud de los trabajadores como los daños materiales. Por consiguiente, reduce los tiempos perdidos y el absentismo laboral y mejora la satisfacción y motivación de los trabajadores.
- Un buen sistema de gestión de la seguridad laboral reduce los períodos de absentismo, mejora la satisfacción de los trabajadores y, consecuentemente, disminuye la posibilidad de abandono de la empresa, manteniendo en la misma trabajadores con conocimientos específicos difíciles de reemplazar.
- La gestión del riesgo laboral, lejos de constituir una carga para la empresa, constituye un factor de productividad y un ingrediente necesario para mejorar la competitividad empresarial.
FUENTE:
Departamento de Prevención de la Confederación de Empresarios de Navarra -CEN-.