A medida que la sociedad va avanzando es mayor el número de personas que se desplazan a sus centros de trabajo en coche, moto, …, así como los trabajadores que desempeñan su profesión pasando largas horas montados en un vehículo. Por esta razón, es lógico pensar, y los datos lo corroboran, que los accidentes laborales de tráfico van en aumento.
Según los datos que se desprenden del estudio: “Accidentes de Trabajo-Tráfico durante el año 2008”; publicado por el Instituto Nacional de Seguridad e Higiene (INSHT), en 2008 se produjeron un total de 895.679 accidentes de trabajo con baja y de éstos, 81.840 (9,1%) fueron clasificados como accidentes de tráfico.
La cifra que más nos debe hacer recapacitar es que el 18,6% de los accidentes mortales de trabajo durante la jornada laboral fueron accidentes de tráfico, llegando a ser el 67,2 % de los accidentes mortales en el sector servicios.
Pese a que la mayoría de estos accidentes de tráfico ocurrieron al ir o volver del trabajo, este tipo de accidentes no fueron exclusivos de esos traslados, sino que también se materializaron durante el periodo de trabajo. Estas primeras reflexiones justifican el que a partir de ahora se tenga que discernir entre el perfil general del accidente de tráfico in-itinere y aquel accidente de tráfico ocurrido durante la jornada, accidente en misión.
Por todo ello, desde el Gabinete Técnico de Prevención de Riesgos Laborales de CREEX hemos querido lanzar una campaña contra los accidentes laborales de tráfico. Para ello, y durante los meses de septiembre y octubre, se han dispuesto una serie de vallas publicitarias en distintas localidades extremeñas, como son Badajoz, Mérida, Don Benito, Zafra, Cáceres, Plasencia, Navalmoral de la Mata, Coria y Trujillo. Con la misma, se pretende llamar la atención de trabajadores y empresarios sobre este tipo de accidentes.
Al mismo tiempo, el Gabinete está ultimando una Guía de Buenas Prácticas sobre los Accidentes Laborales de Tráfico, con una doble vertiente: para los trabajadores, pretende servir de referencia de cara a la reducción de la aparición de los principales trastornos y enfermedades profesionales, así como, principalmente, para la minimización de los accidentes de tráfico derivados de determinadas conductas inapropiadas que rodean a la conducción; y para el empresario, servir como herramienta de conocimiento de los principales riesgos a los que se ven expuestos sus trabajadores y, de esta forma, poder poner en marcha las medidas preventivas necesarias para evitarlos.
Contenidos elaborados con la financiación de: IT-0047/2009 |