Por tanto, la Planificación de la actividad preventiva es otra de las patas necesarias para una correcta gestión de la prevención de riesgos laborales en la empresa, tal y como se recoge en la normativa.
Cuando de la Evaluación del riesgo se deduce que el riesgo es no tolerable, hay que Controlar el riesgo, como ya adelantamos en el artículo sobre la “Evaluación de Riesgos”. De este modo, tendremos como resultado unas acciones a realizar en el seno de nuestra empresa, y se harán según la prioridad de actuación que se le haya asignado en función de su gravedad. Esto es lo que se conoce como PLANIFICACIÓN DE LA ACTIVIDAD PREVENTIVA.
En el artículo sobre la evaluación de riesgos mostramos la siguiente tabla:
RIESGO | ACCIÓN Y TEMPORIZACIÓN |
---|---|
Trivial | No se requiere acción específica |
Tolerable | No se necesita mejorar la acción preventiva. Sin embargo, se deben considerar soluciones más rentables que no supongan una carga económica importante. Se requieren comprobaciones periódicas para asegurar que se mantiene la eficacia de las medidas de control. |
Moderado | Se deben hacer esfuerzos por reducir el riesgo, determinando las inversiones precisas. Las medidas para reducir el riesgo deben implantarse en un periodo determinado. Cuando el riesgo moderado está asociado con consecuencias extremadamente dañinas, se precisará una acción posterior para establecer, con más precisión, la probabilidad de daño como base para determinar la necesidad de mejora de las medidas de control. |
Importante | Puede que se precisen recursos considerables para controlar el riesgo. Cuando el riesgo corresponda a un trabajo que se está realizando, debe remediarse el problema en un tiempo inferior al de los riesgos moderados. |
Intolerable | No debe comenzar ni continuar el trabajo hasta que se reduzca el riesgo. Si no es posible reducirlo, incluso con recursos ilimitados, debe prohibirse el trabajo. |
La planificación de las actividades que se deben acometer para controlar el riesgo, como resultado de la evaluación de riesgos, se recoge en tablas o formularios, como puede ser el siguiente modelo de guía que proponemos:
RIESGO | ACCIÓN CORRECTORA | RESPONSABLE REALIZACIÓN | FECHA PREVISTA | PRESUPUESTO CONTEMPLADO | SEGUIMIENTO |
---|---|---|---|---|---|
Como se puede observar en este modelo propuesto, destinamos la primera columna al riesgo derivado de la evaluación de riesgos, para justamente en la segunda columna marcar la acción correctora para controlarlo.
Las acciones podrán ser periódicas o no, por ejemplo:
- Actividades que sean periódicas: formación de trabajadores, vigilancia de la salud, mantenimiento de los equipos, etc.
- Actividades no periódicas: actividades concretas como puede ser la propuesta de utilización de cartel de señalización de suelo húmedo para evitar el riesgo de caídas al mismo nivel por resbalones.
Además, debemos designar un responsable de la plantilla para la realización efectiva de la medida propuesta, así como la fecha prevista para acometerla y el presupuesto del que se dispone para la misma.
Por último, una vez desarrollado e implantada la acción correctora prevista, en los términos dispuestos, debemos realizar unas tareas de seguimiento.
Con la planificación de la actividad preventiva, en definitiva, se quiere conseguir que la empresa tenga un plan de actuación que disminuya la situación de riesgo y que pueda asumir económicamente.
Ésta es una nueva entraga de la campaña «Alinea tu mejor 11»