Centrándonos en la primera de las actuaciones, la planificación de la actividad preventiva debe recoger las medidas de prevención y de protección que debe adoptar la empresa, priorizándolas en función de la gravedad de los riesgos existentes. Podemos definir las medidas de prevención como aquellas que eliminan o disminuyen el riesgo en su origen minimizando la probabilidad de que el acontecimiento no deseado se materialice. Por otra parte, las medidas de protección actúan fundamentalmente evitando o disminuyendo las consecuencias de los accidentes, Estas pueden ser individuales o colectivas.
Las medidas de protección individual se denominan equipos de protección individual (EPl) y nunca serán prioritarios frente a las medidas de protección colectiva. El empresario deberá proporcionar gratuitamente a los trabajadores los EPI necesarios para el desarrollo de sus actividades, acompañados de las instrucciones de uso necesarias. Los trabajadores deberán ser debidamente informados, mediante normas de utilización, sobre cómo, cuándo y dónde deben emplearlos, además, se debe comprobar que los trabajadores hacen buen uso de los mismos y que los mantienen en buen estado.
Las medidas de protección colectiva protegen a un grupo de personas expuestas a un determinado riesgo, de forma simultánea, de ahí que se priorice su utilización respecto a las individuales.
Para complementar las medidas de protección se utiliza la señalización y la normalización de tareas. La primera, facilita la información necesaria y con la suficiente antelación para que las personas puedan actuar ante situaciones en que es necesario advertir de peligros, conocer la obligatoriedad de uso de equipos de protección personal y localizar medios de lucha contra incendios, de primeros auxilios y vías de evacuación o prohibiciones en general. La segunda, trata de establecer las normas y métodos de trabajo que faciliten la interrelación correcta entre la persona y la máquina, y/o entre la persona y la tarea.
De especial importancia es el desarrollo de un programa de orden y limpieza que se cumpla a rajatabla, debido a que la falta su descuido puede provocar gran cantidad de accidentes. Para ello se deben atender los siguientes fundamentos:
- Eliminar lo innecesario y clasificar lo útil.
- Acondicionar los medios para guardar y localizar el material fácilmente.
- Evitar ensuciar actuando en el origen y limpiar siempre con inmediatez.
- Favorecer el orden y la limpieza mediante señalización y medios adecuados.
- Gestionar debidamente el programa mediante la formación y el control periódico.
Tanto los equipos de trabajo nuevos, como los EPI, deben disponer del marcado CE y del correspondiente manual de instrucciones en castellano. Cuando la utilización de un equipo de trabajo presente un riesgo específico para la seguridad y salud de los trabajadores, se adoptarán medidas a fin de que la utilización del equipo de trabajo quede reservada a los trabajadores que han sido específicamente formados para la utilización del mismo y los trabajos de reparación y mantenimiento sean realizados por aquellos trabajadores específicamente capacitados para ello.