El ‘Informe sobre la situación de la prevención de riesgos laborales en el sector de la construcción en España’, desarrollado por encargo de la Confederación Nacional de la Construcción (CNC), explica así que las cifras de siniestralidad podrían reducirse si se estableciera un concepto claro de ‘accidente de trabajo’, como algo acotado al ámbito de control del empresario.
Según argumentó Durán, durante la presentación del trabajo, la actual sobredeclaración de estos accidentes se debe, por un lado, a que los tribunales han ampliado este concepto todo lo posible para mejorar la protección de los trabajadores, hasta incluir en las listas los accidentes in-itinere (en el trayecto del hogar al centro de trabajo y viceversa) que, en muchos casos, son accidentes de tráfico que escapan al control del empleador.
Por otro lado, Durán apuntó que el mismo sistema de protección estimula que todo accidente sea declarado como laboral por cuanto, de esta forma, tiene un nivel de protección superior y supone un menor coste por empresario, que, en el caso de accidentes comunes, ha de pagar los primeros 15 días de baja del trabajador.
Por el contrario, la otra "pata inadvertida" de la siniestralidad laboral son los daños a la salud derivados del trabajo, sobre todo musculoesqueléticos, una categoría "emergente en las preocupaciones" relativas a la seguridad en el trabajo, que, según Durán, no está siendo suficientemente investigada porque no suele producir bajas.
Tanto es así que el experto consideró que, a la vista de la progresiva disminución de la siniestralidad en el trabajo, "los accidentes irán perdiendo importancia y la irán ganando los temas de salud laboral".
Según Durán, todas estas disfunciones no ayudan a la hora de realizar estudios en profundidad de la siniestralidad con fines preventivos y, además, llegan a enturbiar posibles comparaciones con las estadísticas de otros países de la UE, que cuentan con conceptos más acotados de accidente laboral.