Su finalidad es, por un lado, divulgar la forma correcta de actuar ante dicho material y, por otro, concienciar a todos sobre los daños a la salud que produce su manipulación.
El amianto o asbesto es un material de uso prohibido en la Unión Europea -desde 1999- por su alta probabilidad de provocar daños graves a la salud. Por ello, esta Guía es un instrumento útil para que tanto las empresas -incluidos PYMES y autónomos-, como los trabajadores, los profesionales y, en definitiva, los propios ciudadanos obtengan la información necesaria sobre el proceso a seguir cuando se enfrenten con dicho material mientras estén desarrollando su trabajo.
Grupos destinatarios:
- Empresarios: ofrece la información más reciente sobre medidas técnicas, organizativas y de seguridad personal, y protección sanitaria, que están obligados a aplicar.
- Trabajadores: proporciona información sobre medidas de protección, y se centra, especialmente, en aquellos aspectos fundamentales sobre los que se debe instruir a los trabajadores.
- Inspectores de trabajo: se describen aquellos aspectos fundamentales que deben ser examinados durante una visita de inspección.
Actividades afectadas:
En uno de los apartados de la guía se especifica una relación de actividades en las que se trabaja directamente con materiales que contienen amianto, por lo que es de especial interés para los implicados seguir las actuaciones y recomendaciones que se describen. Los gremios afectados son: carpinteros, carpinteros de obra, fontaneros, técnicos de instalación de gas, electricistas, instaladores de cableado informático, conserjes y técnicos de albañilería y carpintería que trabajen por encargo de particulares.
Hay otra serie de gremios, que son citados, en los que también puede aparecer el amianto, aunque en menor medida e, incluso, de manera inesperada. Estos son: a los albañiles dedicados a los obras de demolición, a los trabajadores que se encargan del desguace y reparación de buques y a los mecánicos de vehículos. La recomendación es, de igual manera, estar alerta y actuar con diligencia.
Estructura:
Esta guía se desarrolla en varios apartados, entre los que destacamos: efectos para la salud, evaluación de riesgos, formación e información, equipos de protección, principios generales para disminuir la exposición, procedimiento para la notificación, procesos de demolición, el trabajador y el medio de trabajo, transporte y retirada del material, seguimiento y control, y reconocimiento médico.
Otra característica, a tener en cuenta, es su carácter didáctico y de fácil manejo, pues podemos comprobar cómo se desglosa todo el proceso a seguir desde que aparece el amianto, hasta que se gestiona su retirada. Se incluyen las recomendaciones a seguir para controlar los posibles efectos negativos en la salud. Así mismo, cuenta con ejemplos de actuación e incluso un ejemplo práctico de lista de chequeo.
Conclusiones:
La nueva guía de buenas prácticas para prevenir los riesgos del trabajo con amianto se nos presenta como un documento de enorme importancia y validez, por tratarse de la prevención de un riesgo grave para la salud del trabajador, y por ser un campo en el que, como podemos comprobar, hoy día se sigue actuando con cierto desconocimiento y despreocupación.
En su difusión, así como en la actitud comprometida de todos, radica que por fin consigamos hacer frente a esta realidad: el amianto sigue siendo un problema que hay que solucionar.
Así mismo, la podremos complementar en la web de la Agencia Europea para la Seguridad y Salud en el Trabajo, en la que podremos encontrar información adicional y vínculos con sitios web nacionales, que tratan de riesgos de exposición al amianto en relación con la seguridad y salud:
Aquí tenéis la guía de buenas prácticas del amianto.