Teniendo en cuenta , que uno de los mayores activos con los que cuenta cualquier empresa son sus trabajadores, es aconsejable ,por no decir obligado, que las empresas dediquen recursos humanos, técnicos y económicos para proteger y promocionar la salud de sus empleados.
La reducción de los accidentes de trabajo , así como de las enfermedades profesionales y la vigilancia de la salud frente a los riesgos específicos existentes en los lugares de trabajo, han centrado normalmente las acciones en materia de seguridad y salud en en trabajo.
Numerosos factores son los que influyen y pueden acelerar la pérdida de la salud: estilo de vida, entorno laboral y extralaboral, recursos personales, etc. Es aconsejable establecer conductas saludables y evitar hábitos nocivos en todos los ámbitos (promoción de la salud). El entorno laboral , es un marco idóneo para llevar a cabo dicha promoción, la Ley de Prevención de Riesgos Laborales legisla todas aquellas actuaciones que pueden llevarse a cabo para identificar y tomar medidas frente a posibles causas que podrían alterar nuestro estado de salud. No todo consiste en desarrollar solo políticas de protección de la salud frente a los daños clásicos relacionados con el trabajo, accidentes y enfermedades profesionales, sino también hay que establecer planes de mejora, de promoción de la salud. Esto va a favorecer el buen rendimiento de los empleados, incrementando la productividad y disminuyendo el absentismo, una mejora global del clima laboral,entre otros aspectos.
La propia definición de salud ( La salud se define como un estado de equilibrio y bienestar de carácter físico, mental y social. Es decir, no se refiere sólo a la ausencia de enfermedad. ), nos señala los “tipos“ de salud existentes, física, metal y social.
Nos vamos a centrar en la salud metal.
Salud mental y su promoción dentro de la empresa.
La Organización Mundial de la Salud define la salud mental como “…un estado de bienestar en el cual el individuo se da cuenta de sus propias aptitudes, puede afrontar las presiones normales de la vida, puede trabajar productiva y fructíferamente y es capaz de hacer una contribución a su comunidad”. La propia definición incluye a la actividad laboral como un indicador más de una adecuada salud y bienestar.
Las enfermedades mentales y los trastornos de la conducta son un problema cada vez mayor que según se calcula afecta a una de cada cuatro personas a lo largo de su vida.
¿ Cómo puede saber una empresa si su salud mental está “dañada” ?
A) Señales a nivel organizacional.
- Trabajos no finalizados, pérdida de productividad.
- Incremento de errores, disminución de la calidad.
- Quejas en la atención al cliente.
- Incremento de las bajas por enfermedad y/o del consumo de psicofármacos.
- Accidentes de trabajo vinculados al estrés.
- Deterioro del trabajo en equipo y entre departamentos o servicios.
- Baja motivación o frustración de expectativas en los equipos de trabajo.
- Presencia de riesgos psicosociales en la organización.
- Actitudes de inquietud o rechazo ante trabajadores con posibles problemas de salud mental entre el equipo de trabajo.
- Ausencia de formación en salud.
B) Señales a nivel individual.
- Cambios en la conducta habitual de un trabajador: comportamiento alterado con patrones desadaptativos de incumplimiento del rol laboral, excesiva irritabilidad, apatía, inhibición, impulsividad, aislamiento, problemas de comunicación, inadecuados hábitos de higiene…
- Incremento o gravedad de problemas interpersonales con compañeros, supervisores o usuarios.
- Hiper-reactividad y/o baja tolerancia a situaciones de incertidumbre o cambios en las rutinas laborales inherentes a la actividad laboral.
- Cambios en el estado de ánimo (por ejemplo llanto frecuente, estallidos de irritabilidad…)
- Incremento en ausencias por enfermedad (incluyendo cortos periodos) y sin justificar.
- Padecimiento de enfermedades crónicas que impliquen deterioro de la capacidad funcional (como las neurológicas)
- Vivencia de situaciones estresantes específicas con repercusión en la salud mental (trauma, muerte de un familiar próximo, separación…)
- Percepción de riesgo para sí mismo o para terceros (por el propio trabajador o segundas personas) .
Algunos factores que favorecen el bienestar y una buena salud mental en los lugares de trabajo son:
- Contar con apoyo social.
- Percibirse como parte del grupo de trabajo, tener sensación de inclusión y pertenencia a la organización.
- Percibir relevancia y reconocimiento del trabajo realizado.
- Encontrar sentido al trabajo realizado.
- Tener capacidad para la toma de decisiones.
- Tener autonomía en la organización y gestión del propio trabajo.
Promover estos factores puede ser un objetivo claro de un Plan de Promoción de la Salud Mental en la empresa.
La promoción de la salud mental consiste en acciones que creen entornos y condiciones de vida que propicien la salud mental y permitan a las personas adoptar y mantener modos de vida saludables. Entre ellas hay una serie de acciones para aumentar las posibilidades de que más personas tengan una mejor salud mental.
Promocionar la salud mental en el trabajo implicará actuar con diversas perspectivas que pueden ser complementarias y no excluyentes entre sí:
- Promover la salud mental positiva, el bienestar de los trabajadores.
- Prevenir las causas del estrés y de los problemas de salud mental.
- Apoyar e integrar en la organización a los trabajadores con problemas de salud mental.
Ejemplos de estrategias para promover la salud mental en el trabajo:
- Promover la participación activa y la toma de decisiones entre los trabajadores.
- Definir claramente las funciones y responsabilidades de los mismos.
- Promover la conciliación de la vida laboral con la personal.
- Promover el respeto y evitar actitudes despectivas o discriminatorias.
- Gestionar adecuadamente la carga de trabajo
- Promover la formación continua.
- Disponer de procedimientos para la resolución de conflictos.
- Reconocer el trabajo y la contribución de los trabajadores.
Elementos para promover la salud mental
- Crear entornos de trabajo gratificantes y estimulantes
- Dar la oportunidad a los trabajadores de mejorar sus capacidades, incluyendo la confianza en sí mismos y la competencia social.
- Promover una mayor participación de los trabajadores en la toma de decisiones.
- Reconocer la importancia de los mandos como elemento clave en el apoyo a los trabajadores.
- Crear ambientes de trabajo positivos y clarificar las funciones y las responsabilidades de cada integrante del equipo.
- Reducir las fuentes de estrés en el trabajo y desarrollar la resiliencia al estrés mediante estrategias de afrontamiento.
- Fomentar la cultura de empresa, la participación, la equidad y la justicia, y eliminar el estigma y la discriminación en el trabajo.
- Apoyar, retener y contratar a trabajadores con trastornos mentales.
- Desarrollar y poner en marcha políticas de salud y bienestar mental fuertes.
- Vigilar el impacto de estas políticas e intervenciones.
Conclusión
La promoción de la salud metal en los lugares de trabajo permitirá:
- Crear entornos de trabajo positivos, gratificantes y estimulantes, así como una organización que de apoyo a sus empleados.
- Reducir las fuentes de estrés en el trabajo y desarrollar la resiliencia al estrés mediante estrategias de afrontamiento.
- Fomentar la cultura de empresa, la participación, la equidad y la justicia, y eliminar el estigma y la discriminación en el trabajo.
- Aumenta la eficiencia y la productividad de los trabajadores.
- Reducción del absentismo laboral.
- Ahorro económico para la empresa.
- Protege y mejora la imagen y el valor de la empresa.
- Mejora el compromiso de los trabajadores con la empresa.
- Reduce los costos y las interrupciones de la actividad.
- Etc
Fuentes consultadas: