Así pues, la silicosis es una enfermedad de pulmón que se produce cuando se respira polvo muy fino de sílice cristalina. Al respirar la persona este polvo, éste se deposita en los pulmones y provoca la inflamación y fibrosis de los tejidos pulmonares, afectando a su elasticidad, su estructura y por lo tanto a su función. Además, fumar incrementa el daño causado por la sílice en los pulmones.
Para esta enfermedad no existe un tratamiento definitivo, por lo que no puede ser curada: de ahí la importancia de la prevención. La detección precoz del problema es fundamental para evitar la progresión de la enfermedad. Por ello, es importante acudir al médico cuando se presente alguno de estos síntomas:
- Sensación de falta de aire, dificultades para respirar (disnea).
- Tos crónica, expectoración.
- Astenia (sentimiento de debilidad generalizada).
- Pérdida de peso como consecuencia de la pérdida de apetito.
- Espiración prolongada.
- Sudoración.
- Fiebre.
- Fatiga.
- Dolores en la espalda y el pecho.
- Labios y lóbulos con coloración azul.
Cualquier tipo de trabajo que forme nubes de polvo de sílice puede ser peligroso. La sílice puede estar presente en las siguientes industrias (entre otras):
- Fabricación de abrasivos.
- Minería de superficie y de carbón.
- Trabajo en canteras.
- Construcción de carreteras y edificios.
- Limpieza por chorro de arena.
- Manufactura de cemento.
- Cerámica, arcilla y alfarería.
- Industria electrónica.
- Corte de piedra.
- Minería.
- Demolición.
La silicosis se puede prevenir si se da la debida información y si se establecen las medidas preventivas adecuadas.
Medidas preventivas que ha de adoptar el empresario:
- Realizar controles del aire en el lugar de trabajo para medir la exposición del trabajador a la sílice cristalina.
- Minimizar las exposiciones controlando y evitando que las partículas floten en el aire.
- De ser posible, eliminar la sílice reemplazándola por materiales más seguros.
- Proporcionar ropa protectora y una protección respiratoria adecuada a los trabajadores.
- Establecer un lugar con duchas y vestuario para que los trabajadores puedan ducharse y cambiarse de ropa.
- Proporcionar información a los trabajadores sobre los peligros que causa la sílice cristalina, la silicosis y sus efectos sobre la salud.
- Enseñar a los trabajadores cómo realizar el trabajo en condiciones seguras y cómo usar adecuadamente el equipo protector.
- Señalizar las máquinas que se usan en los trabajos con sílice y etiquetar los productos que contienen sílice.
- Poner las fichas de seguridad de los productos a disposición de los trabajadores.
- Proporcionar exámenes médicos periódicos a todos los trabajadores que se encuentren en contacto con la sílice.
- Utilizar materiales de chorreo abrasivo que sean menos peligrosos que los que contienen sílice cristalina.
- Instalar controles técnicos (ventilación de escapes localizados) y métodos de contención (gabinetes y máquinas de limpieza a chorro) para evitar que el polvo escape al aire.
- Usar campanas, extractores o colectores que contribuyan a ventilar y mejorar el ambiente de trabajo.
Medidas preventivas que ha de adoptar el trabajador:
- Lavar manos y cara antes de comer, beber, ir al baño, fumar o maquillarse.
- Evitar comer, beber y fumar en espacios que puedan contener sílice.
- Ducharse y cambiarse de ropa al acabar la jornada.
- Dejar la ropa de trabajo en el trabajo.
- Utilizar los EPI's entregados por el empresario.
- Mojar las superficies antes de limpiarlas.
- No barrer nunca en seco ni limpiar el polvo con aire comprimido.
- No fumar.
- Pasar exámenes médicos periódicos.
Para más información, consulte al Instituto Nacional de Silicosis.
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