Es evidente la diferencia de las características físicas y biológicas de hombres y mujeres. Desde un punto de vista de la prevención de riesgos laborales es necesario considerar estas diferencias. Por ejemplo, en el caso de una mujer embarazada o en periodo de lactancia, se requerirán medidas especiales de protección ante un agente químico, pues no afectará igual a un hombre que a una mujer embarazada.
Para una prevención de riesgos en el trabajo es necesario considerar estas diferencias en la realización del trabajo para garantizar la protección de ambos colectivos.
Según las estadísticas del Instituto de la Mujer, actualmente continua existiendo segregación de genero para acceder a ciertos puestos de trabajo.
Para una igualdad real es fundamental actuar desde una perspectiva de género, favoreciendo así el cumplimiento de los objetivos en materia de empleo y competitividad.
¿Cómo conseguirlo?
Con el diseño de un Plan de Prevención que analice los Riesgos Laborales y ofrezca al empresario una serie de recomendaciones para integrar el enfoque de género a la gestión preventiva.